Romilio Ribero
(Capilla del Monte 1933 - Córdoba 1974)
"Vivió su infancia en el corazón de la tierra, en profunda comunicación con las cosas elementales, árboles, pájaros, ríos, lenguas del viento y de las lluvias, sombras de la noche, revelaciones secretas. Niño agreste acompañante de entierros en los campos y testigo de fogatas remotas, de haciendas de paso, amigo de las aguas y en especial de ciertos árboles, de ciertas piedras y de ciertas luces con las que sostuvo una especial comunion y que al irse le dejaron su perenne amuleto (...)
Romilio Ribero pudo penetrar en el gran círculo del misterio, conoció la teología del sueño, todas las magias de las curanderas, vio mujeres que hacían crecer las plantas mirándolas, mujeres que veían en la oscuridad el futuro y la fortuna.
De este modo quedó también hechizado e irremediablemente condenado para la poesía."